Fin del capítulo, de la historia, del libro… ya ves que no todas las muertes son algo negativo.
- buscando escapar de mi mente descubrí la escritura y me di cuenta que no había tal escape y que dentro de mí siempre estarían esas palabras que tanto luché por ocultar... esto es un poco de mí y estas son todas esas palabras, mi diario, mi lucha, mi desahogo, no hay más que ocultar -
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Sunday, June 28, 2015
-a quién escribo. Redención y capítulo final-
quiero decirte que te amé te amé como nunca amé a nadie porque quizá nunca había amado y fue el sentimiento más dañino del mundo cuando amamos sin amarnos. No tenemos que entregar porque no podemos entregarnos y nada, nunca, basta. Quiero decirte que jamás pude sentirme querida y que el fantasma de tu ex siempre fue mi sombra, el parámetro de comparación que nunca pude alcanzar, aunque yo fui todo eso que ella nunca fue tanto malo como bueno, jamás pude ver las cosas buenas. Quiero decirte lo mucho que me dolió que nuestros procesos fueran distintos y que de nuevo decidieras ignorar el proceso y quisiera decir que es porque soy una persona madura y quería verte crecer porque te amé pero la verdad esa parte del proceso solamente era mi ego. Quiero decirte que a veces te extraño, supongo que extraño los momentos falsos donde todo era perfecto (he aquí mi dolor hablando) y es que todavía no he podido dejarlo ir y que a veces si, a veces te odio pero ya nunca, nunca te amo, porque después de tanto me di cuenta que nunca te quise aunque me esforzara por creerlo nunca lo hice, y es que no se puede querer lo que solo se idealiza, por muy bueno que sea tenerle fe a todo lo bueno que una persona puede ser, no es querer si no te quieren como eres. Quiero decirte que te quiero perdonar aunque todavía no lo he hecho quiero decirte que lo intento desde lo más profundo de mi honestidad quiero decirte que estoy tratando. Quiero pedirte perdón por las mentiras y las manipulaciones, porque nunca me bastaste, por todas las veces que te hice sentir inferior, por hacerte una persona desconfiada y por pensar que tú debías resolver mis problemas. Quiero pedirte perdón por la culpa que sé que aunque pida perdón cada enero siempre te acompañará y te recordará tu cobardía y eso es algo que aunque deje de doler siempre tendrá que estar presente. Nuestro error más grande, el aprendizaje que más tiene que marcarse. Quiero decirte que ojalá puedas perdonarme porque si algo he aprendido en todo este tiempo es que el perdón no alivia a quien nos hace dańo sino a nosotros mismos. Y ojalá no sigas siendo lo que tanto has sido y te has esforzado por tapar y ojalá nadie en el mundo cause tanto dolor como para generar tal venganza. Ojalá que por los dos ya haya sido suficiente para saldar la cuota de karma y odio con el mundo. Quiero decirte que tenías razón fuimos más que tóxicos pero sabes como me persiguen las cosas que nunca digo. Quiero decirte que no te empeñes en volar si no sabes como aterrizar porque son hoyos profundos de los cuales no sabemos salir sin ayuda y casi siempre apagan nuestras luces. Quiero decirte gracias por mostrarme que tengo a los mejores amigos del mundo, por hacerme quien soy y recordarme todo lo que perdí de mí en el camino. Gracias por ser siempre quien le daba cuerda al bolígrafo y quien inspiraba las más largas cartas. Pero también que ahora este no es mi camino, ya no quiero escribir sobre estas cosas. Quiero decirte tantas cosas que no puedo decir porque están atascadas en mi garganta. Quiero escupir tanto veneno y dejarlo ir de una buena vez para que se queme entre tanto fuego y nunca más haga falta. Es que entre tanto calor las fogatas no son necesarias. Quiero agradecerte tanto y pedirte tantas veces perdón que la vida no basta pero supongo que la palabra en si ya es suficiente cuando de corazón significa tanto. Quiero decirte que no hay "amor" en el mundo que compre la paz, la tranquilidad y una mente sin ansiedad. Y tampoco lujuria que compense el hecho de no ser la única de no sentirse prioridad. Quiero decirte que luches contra ti mismo aun cuando ya no te conozca y cuando quizá nunca lo hice. Quisiera decirte que no te lo tomes personal pero la verdad siempre lo fue. Quiero decirte que mis acciones no están justificadas por ninguna de las tuyas porque aun cuando el demonio pueda ser el peor ser existente en la faz de nuestra consciencia el libre albedrío existe y algunas acciones simplemente no deben ejecutarse por mucho que se piensen. Quiero decirte que desearía devolver el tiempo y que nunca hubieras hecho lo que hiciste. Aunque simplemente seria mucho mas fácil nunca haberte conocido. Quiero decirte que esta cruz de culpa la suelto hoy con todos los llantos y latidos escuchados. Quiero decirte que aunque nunca hayamos podido descubrir el momento de verdad en todas nuestras mentiras ten la certeza de que siempre hubo algo. Y es que siempre lo hay. Ojalá que dejemos de repetir historias porque ya nos hemos dado suficientes golpes de realidad. Gracias por recordarme todo lo que olvidé de mí en el camino y por enseñarme a ser mejor persona y no tan ingenua. Gracias por ser el golpe más fuerte, porque entre tanta terquedad solo así pude aprender. Quizá seas una excelente persona pero a mi nunca me tocó la mejor versión de ti porque no supe ser la mejor versión de mí misma. Pero recuerda que aun en los días grises hasta de las peores cosas se obtienen cosas buenas. Lecciones por ejemplo. Saluda a tus demonios por mi, mientras yo hoy dejo ir a los míos.
Sunday, May 31, 2015
-me quedo, aunque no debería quedarme-
Pasan las noches en la soledad de
mi compañía y los recuerdos de un pasado no tan lejano se hacen presentes para
recordarme que es momento de pensar, de recordar, de decidir quizá. Últimamente
el mundo se detiene a tu lado y las luces de aquella ciudad que en algún
momento fue desconocida vienen a mi mente, y con ellas tu recuerdo y con él, el
tormentoso presente que nos trae solo despedidas e imposibles. Cuando por fin
logro huir de tu encanto corro a mi cuarto apresurada sin mirar atrás, no
quiero tropezarme con la tentación de tu recuerdo, y en la intimidad de mi cama
a veces temo que sea demasiado tarde.
De nuevo vuelvo a ser aquella
niña pequeña en la oscuridad de su soledad y sus miedos, con la certeza de que
es demasiado tarde para corregir el error de su existencia, y a medida que
crecemos los errores de la existencia se van haciendo más grandes y ahí estás
tú y de nuevo, aquí estoy yo. Sintiendo que es demasiado tarde para ver las
estrellas en tus ojos cada vez que escuchas mi risa, el rubor en tus mejillas
cuando te miro diciendo que eres tú e incluso tarde para pedir perdón por todas
las lágrimas en el camino que no fueron de felicidad. Y justo en ese preciso
momento sé que la culpa no me abandona, no hoy.
¿Qué hacemos cuando es demasiado
tarde para el amor escondido que nos hemos encargado de resguardar? Cuando solo
me quedan los besos en aquella ciudad tan fría que a tu lado era lo más
parecido a un hogar. ¿Qué hacemos con las miradas recelosas de mis encuentros
con alguien más? ¿Qué hago con la desolación de ver tus labios en los labios de
cualquiera otra menos yo? Y dime qué hago con la electricidad que sienten mis brazos
al rozarte si saben que te mueres por en ellos descansar.
Mientras descubrimos que hacemos
el miedo recorre mi cuerpo y la pregunta incesante se aloja en mi cabeza ¿es
que acaso es demasiado tarde para amarte? ante el destiempo y lo prohibido de
este amor me quedo con los besos de aquella noche donde fui solamente yo y
aquellos ojos dulces y tristes que más adelante serían el sello de mi muerte,
me quedo con la culpa de no quererte antes o no saber cuándo quererte.
Me quedo con más de un te amo quemándose
en mi pecho y el deseo efervescente de
que no me faltes nunca, no tú. Me quedo contigo y a la vez sin ti, en lo más
triste de lo prohibido y la más profunda de mis fantasías, me quedo con todo lo
que somos sin ser, con el sabor del destiempo y la esperanza de un futuro
juntos, me quedo con el gusto amargo de olvidarte mientras aun me queda tiempo.
Así que mientras me quedo con
todo esto, también me quedo pensándote mientras no te pueda tener.
Monday, May 25, 2015
-Querida nena: aunque no lo creas, no es tu culpa-
Querida
nena
Te
escribo como diría tú cantante preferido, desde los centros de mi propia
existencia; desde lo más profundo de mis palabras y de mi dolor; desde la
oscuridad más abismal: el fondo de mis pensamientos. Donde no existe el aire y
no llega la luz, donde se guardan mis aspiraciones y mis grandes miedos.
Te
escribo a ti porque sé que eres la única que va a entenderme, a ti que aunque
no quieras hacerlo lo haces. A ti que me conoces como nadie porque ambas hemos
estado en la misma oscuridad, a ti, antes de que la realidad te vuelva más
estoica, a ti que aun te queda tanto mundo por recorrer (te). A ti que
necesitas ser salvada antes de que termines de destruirte, antes de que vayas
en tu contra.
No
hay atajos, ni respuestas sencillas nena, el camino no es fácil y solo tú puedes
recorrerlo, pero no es eterno, ni imposible. Sé que piensas que repito esto
como manera de darte aliento, otro cliché más dirás, pero lo logré nena, salí
de ese pozo que parecía no tener fondo y hoy vengo a contarte cómo, pero antes,
antes debo llegar a ti.
La
primavera parece acabar y con ella acaban las lluvias y llega el verano, el sol
radiante después de tanto frío de invierno y tantas lluvias de primavera,
golpea tu puerta, pero para ti aquellos rayos de sol brillante solo son un día
más en el invierno de tu soledad, en tu propia oscuridad. Todo esto solo lo
sabes tú, y ahora yo.
Tú
que te acobijas con el llanto y la soledad cada noche, en la plegaria
permanente del querer que cese. Tú que debes ponerte la sonrisa que tanto te
cuesta mantener, el disfraz ante quienes esperan tu caída porque guardan la satisfacción
de un te lo dije. Y mientras tanto qué…
Mientras
tanto tras esa sonrisa te vas consumiendo, entre recuerdos y mañanas, entre
llantos y esperanzas, entre un amor que se mantiene por la falta de amor propio
en estado de necesidad, con la certeza de que no será mejor pero la viva
ilusión de que algún día lo será. Entre lo paradójico y lo irreversible.
Y es
que te entregaste sin medida a los primeros ojos que se posaron en ti, mirándote
como tú nunca te has podido mirar, valiéndose de tus inseguridades para
encontrar las palabras perfectas.
Te
convences de que funcionará. Total…eres perfecta en el papel de actriz, lo has
hecho toda tu vida. Ignoras las noches de llanto e incluso el ruego por un
mañana mejor, vas idealizando cada beso, cada palabra, cada momento y de a poco
le eres infiel a tus principios y con ellos a ti misma. Haces caso omiso a tu
instinto y a la intranquilidad que desde hace tanto no sentías pero que día a
día se volverá tu hogar.
No
podemos vivir de recuerdos rotos, ni de lo que no somos dijo alguien, sin saber
que desde el momento en el que pisaste esta tierra ya estabas respirando lo que
no eras, soñando con todo lo que podrías ser, basado en todo aquello que no
tuviste.
Y así
te vas poniendo en contra, en contra del mundo, en contra de vos nena, y vas
cediendo ante la locura sin saber que todo lo que te hace falta es amar (te).
Cada
vez te ves peor, la sonrisa ya no disimula el llanto. De personas pasamos a
culpar a meses y de meses a momentos. Los culpamos de nuestros estragos, de las
consecuencias que nuestra falta de amor propio ha hecho en nosotras mismas, y
encerrada en aquella verdad que nos limita (que no es más que una pequeña
distorsión) nos vamos cerrando… y no habrá amor en el mundo que logre abrirnos
si nos falta el nuestro nena.
Y me
pregunto ahora, como me pregunté en aquel momento, cómo es que no nos dimos
cuenta que para volar solo hacía falta aceptarnos.
Sé
que hay una caricia guardada en aquel hombre, después de varias horas (puede prolongarse
a días) de tortura. Sé también que se atesora aquella caricia de manera
inigualable, pidiendo que aquel momento nunca acabe. Pidiéndole a alguien que
por favor no sea peor.
Y
no es tu culpa nena, no es tu culpa… sé que hemos repetido esta frase
demasiadas veces, pero necesito que la entiendas. Alguna vez te has preguntado
¿cuántas caricias guardamos dentro nuestro? Caricias que esperan nuestro gentil
tacto para ser desbloqueadas, caricias que esperan tu atención para amarte. Pero
ahí estás, siendo roca en el mar, esperando a ser golpeada por la ola, dejando
de lado un amor infinito que solo tú puedes darte, mientras tanto, aquella ola
se lleva todo a su paso y deja solamente las migajas de un amor que según tú es
y sin embargo vives preguntándote si será.
Voy
viendo cómo te me pierdes nena, como cada día te metes más en tu disfraz, como
te vuelves experta en guerrear tu propia falta y aprendiendo a ocultar aquel
llanto que ya parece estar adherido a ti. Pero tras aquella sonrisa yo sé que
todo está mal. Porque nena algún día entenderás que no hay amor en el mundo que
pueda llenar el vacío que muestran nuestras acciones cuando no nos sabemos
amar, y despacito te lo digo, mediante esta carta, que depende de ti quitarle
la cortina a la ventana y que aquellos eternos inviernos se conviertan en ayer,
siempre y cuando al presente no le falte tu querer.
Y repite
aunque no creas, que algún día creerás, las siguientes palabras que en la noche
ayudarán.
-no
es tu culpa nena, no es tu culpa-
Sunday, May 17, 2015
-don pupilas dilatadas-
Una
vez hablaste de aquella mujer cuya sonrisa podía alumbrar una habitación entera. Decías que entre todos sus miedos solía comportarse como una niña. Entre sonrisas, latidos y besos ella era feliz. Lo sabias tú, lo sabía él y así
fue como lo supe yo.
Escuché esta historia sabiendo que no debía creerla, pero aquella frase sonaba tan linda que era imposible no sonreír y ante aquella sonrisa tus pupilas se dilataron y yo… yo supe que hablabas de mí.
Escuché esta historia sabiendo que no debía creerla, pero aquella frase sonaba tan linda que era imposible no sonreír y ante aquella sonrisa tus pupilas se dilataron y yo… yo supe que hablabas de mí.
Mi
cuarto está oscuro e intento abrir la ventana para que entre un poco de luz, es
algo tarde lo sé. Intento sonreirle a la ventana a ver si todavía me funciona, pero entre tanta soledad parece imposible alumbrar este lugar y justo a las
seis, donde todavía hay claridad y soy incapaz de verme descubrí que esta no es
la clase de oscuridad que me da calma.
Me tiendo en mi cama cansada de sonreírle a la ventana en vano y juego, juego a que me olvido de tu nombre mientras sueño que te encuentro. Tú en otra historia con tu vida ya hecha, con el perro que nunca llegamos a tener, alguien más de tu lado y por supuesto aquel diario escondido con fechas y miles de nombres. Sé que jamás estuve de primera en aquella lista, pero supongo no era importante cuando para mí habían tantas letras sobrantes.
Me tiendo en mi cama cansada de sonreírle a la ventana en vano y juego, juego a que me olvido de tu nombre mientras sueño que te encuentro. Tú en otra historia con tu vida ya hecha, con el perro que nunca llegamos a tener, alguien más de tu lado y por supuesto aquel diario escondido con fechas y miles de nombres. Sé que jamás estuve de primera en aquella lista, pero supongo no era importante cuando para mí habían tantas letras sobrantes.
Abro
los ojos y quisiera decir que lo logré, que te he olvidado, que ya no sueño
contigo, que me olvidé de tu nombre, que este cuarto completamente oscuro no
huele a ti y que la vela líquida que cada domingo en conmemoración nuestra
enciendo no me trae los más dulces recuerdos de aquellos apasionados
encuentros, los nuestros. Y sin querer… (Pero quizá queriendo) vuelvo, vuelvo a
la nostalgia de hace cuarenta y un días cuando al parecer ese último beso
guardada el primer adiós verdadero, donde por última vez fuiste mío, sí, mío,
entre comillas, negrita y subrayado, como nunca lo fuiste y como de nadie lo
has sido. Y entre tantas fechas recuerdo el veinte de enero y todos los poemas
previos a tu encuentro… a veces creo que sigo en ese mismo lugar.
Me
han puesto a elegir entre no conservar nuestros recuerdos o dejar de un lado mis
palabras, es difícil escoger entre lo que más se ama incluso cuando de a poco
vamos odiándonos.
Ya
la música ha vuelto a mí, después de casi sesenta días donde ni
siquiera había podido escucharla y es que todos sabemos que el veintisiete
lleva años haciendo estragos en mi persona, sin embargo poco a poco me voy
recuperando, o eso afirmo cada año donde a veces no recuerdo ni siquiera el
sonido de su voz, aunque el frío de aquella madrugada sea incapaz de olvidar, todavía me acompaña. Mientras
tanto me recuerdo que a tu pecho ya no vuelvo, que tu corazón ya no me hace
falta al dormir (encontré otros latidos que me dan más seguridad) de rodillas
no me encuentro y mucho menos preguntándome cuantas habrán pasado por ahí y
cuantas más pasaran.
No obstante aquí estoy, escribiéndonos, describiéndonos, escribiendo, escribiéndote, describiéndote… a ti, sí, a ti que me prometiste amaneceres llenos de estrellas porque siempre ha sido fácil prometer lo imposible; a ti que pintaste para siempre llenos de nosotros y entre tanta escasez no consigo nuevos lienzos, a ti que me llevaste al infierno tantas veces para mostrarme que la calma eran tus brazos, mi sosiego tu tranquilidad y mis llantos tus guerras, tus tormentos llenos de ira, tus demonios que sonreían de manera tentadora y eventualmente los aprendí a querer. A ti que fuiste el culpable de tantas sonrisas –verdaderas- cuando la oxitocina te proclamaba one and only.
No obstante aquí estoy, escribiéndonos, describiéndonos, escribiendo, escribiéndote, describiéndote… a ti, sí, a ti que me prometiste amaneceres llenos de estrellas porque siempre ha sido fácil prometer lo imposible; a ti que pintaste para siempre llenos de nosotros y entre tanta escasez no consigo nuevos lienzos, a ti que me llevaste al infierno tantas veces para mostrarme que la calma eran tus brazos, mi sosiego tu tranquilidad y mis llantos tus guerras, tus tormentos llenos de ira, tus demonios que sonreían de manera tentadora y eventualmente los aprendí a querer. A ti que fuiste el culpable de tantas sonrisas –verdaderas- cuando la oxitocina te proclamaba one and only.
Guardo
una colección de poemas y cartas que por respeto y miedo jamás me he atrevido a
publicar, esta no será una de esas, pues ya no tengo a quien guardar respeto…
aquellas que hablan de lujuria extrema estoy segura llevaban tu nombre y esos
que hablaban de amor, las mismas que decías no eran tan buenas, llevan el de
alguien más. Ahora nos quedamos ahí, en una carpeta llamada pasado, con miles
de cartas que jamás hablaron de amor. Ahí en la nostalgia del pasado que nunca fue bueno como para poder anhelarse.
Tú que sabias de mi obsesión con estaciones y trenes me llevaste a la única estación donde de cada destino solo había un ticket y nosotros éramos dos. Busque un mapamundi y dándole vueltas deseando solo estar lejos de ti escogí mi ticket. Para nuestra sorpresa, diferentes trenes llegaban a la misma ciudad y nosotros terminamos en la misma… con la luz de una mirada que jamás reflejó amor porque las promesas fáciles de hacer eran imposibles. Y con esta carta, no formando parte de una colección con mención a no publicación, en la misma habitación, con los mismos recuerdos, las mismas rodillas llenas de marcas y la misma sonrisa que ahora cada día es más real, te voy arrancando de raíz, esperando que para el próximo no haya ningún respeto al escribir, porque en lo bueno corazón… en lo bueno ya no fallo.
Tú que sabias de mi obsesión con estaciones y trenes me llevaste a la única estación donde de cada destino solo había un ticket y nosotros éramos dos. Busque un mapamundi y dándole vueltas deseando solo estar lejos de ti escogí mi ticket. Para nuestra sorpresa, diferentes trenes llegaban a la misma ciudad y nosotros terminamos en la misma… con la luz de una mirada que jamás reflejó amor porque las promesas fáciles de hacer eran imposibles. Y con esta carta, no formando parte de una colección con mención a no publicación, en la misma habitación, con los mismos recuerdos, las mismas rodillas llenas de marcas y la misma sonrisa que ahora cada día es más real, te voy arrancando de raíz, esperando que para el próximo no haya ningún respeto al escribir, porque en lo bueno corazón… en lo bueno ya no fallo.
Voy sonriendo y quizá la misma ciudad, donde aún te
encuentras, se está alumbrando.
Thursday, April 23, 2015
-regresiones-
Me
gustas más cuando sé que no te duelo.
En
varias ocasiones quisiera poder devolver el tiempo y preguntarle a aquella niña
qué es lo que siente, qué piensa y por primera vez escucharla a ella, antes de
que todo se haya desvanecido, quisiera poder correr a la realidad solo por un
segundo, a ese dolor del que tanto huí y poderlo pensar fríamente, poderlo
sentir, suena descabellado pero después de tantas cosas sé que no es imposible.
Sé
que hay una niña en aquel cuarto, que mira con ojos tristes, que te dice que te vayas porque nadie más se
ha quedado… cómo ella podría soportar que alguien la quisiera, ella lo sabe,
todos se van, todo pasa, nada dura… eso la asusta, aunque sé que debería
calmarla y se pregunta cómo dejar entrar a alguien que va a partir. Eventualmente
se van me dice… lo sé respondo y la entiendo, ella sabe que la entiendo, pero
necesito darle esperanza, necesito que crea en ella, que crea en mí, así que
respondo: es lo más bello de esto… eventualmente pasa, dije esto como recordándolo,
así como me gusta, sin dolor.
Dejé
a esta pequeña niña a un lado y avance más adelante, ella no había crecido
mucho sin embargo lucía completamente diferente, sus ojos llenos de lágrimas
reflejaban la rabia que contenía en su cuerpo, nadie habría podido pensar que
algo tan pequeño podría contener tanta rabia, recuerdo que pensé que su rabia
podía destruir el mundo, y así fue, aquella rabia destruyo el nuestro… salí de
mis pensamientos y le pregunté qué le pasaba, contestó que le habían robado la
vida, es una frase demasiado fuerte para una niña tan pequeña pensé pero tenía
que intentarlo, tenía que saber a qué se refería, después de todo era yo misma
quien iba a cargar con esas cruces.
La
dejé hablar y comprendí que nunca entendió cómo todo pasa y como nada dura, solo
se quedó con que todos eventualmente se van pero más que eso me sorprendió el hecho
de lo que el amor había logrado hacerle… todavía intento descubrir si aquella
atrocidad pudo llamarse amor, y es que jamás imaginé que iría en contra de mis
principios por alguien más y mucho menos en nombre del amor en contra de
alguien más, y así fue, ese fue el comienzo de todo lo demás, es como si una
vez que fueras en contra de tus principios nada ni nadie te impide seguir rompiendo tus reglas… cómo podemos ir contra nosotros
mismos por alguien más. Buscamos amor y el amor más grande, más puro de alguna
forma lo matamos y con el todos nuestros sueños y con nuestros sueños nuestra
inocencia y con nuestra inocencia se nos va poco a poco la vida, en cada día,
en cada llamada donde el fondo es el viento de una ventana o el llorar
desesperados, en el quedarnos por miedo, en el no sernos fiel a nosotros
mismos, en esas noches donde te sientes culpable por el simple hecho de irte a
dormir o donde no sabes si tienes miedo de que no conteste o de que siga allí….
A
veces quisiera volver a esos momentos para cambiarlos pero sé, que mientras
tanto, mientras no puedo volver me toca pedir perdón desde el fondo de mi corazón,
porque todo, todo pasa.
Monday, April 20, 2015
-reflexiones de una mente confundida, que se va aclarando-
“Piérdete
en mí y quizá te encuentres”
Una frase de un grafiti, en una de las calles
de mi ciudad, la cual hace años frecuentaba mucho y en estos últimos días ha
estado dando vueltas en mi cabeza. Debo confesar que aunque la frase siempre
sonó muy linda jamás la entendí del todo, retuitié la frase, le di like a cada
persona que en instagram colocaba la foto del grafiti, la miraba y me parecía
súper profunda pero dentro de mí lo único que podía preguntarme era ¿cómo carajo
perdiéndome en otra persona voy a lograr encontrarme? estaría perdida por amor a Jesús… pero bueno, algo de
poeta siempre he tenido y dejaba de darle vueltas a la frase porque la poesía
es así, sin sentido.
La
verdad, ahora, cuatro – cinco años después creo que para el momento, simplemente
nunca me había perdido (tanto) en alguien como para lograr encontrarme, Eso y
que estaba viendo la frase desde un punto bastante literal, pero para la poca
sorpresa del Sheldon interno que hay en mí, terminé perdida. Entonces me
pregunto ¿Hasta qué punto debemos
perdernos en otras personas para encontrarnos? sí lo sé, esto suena a una pregunta de TDC (teoría del
conocimiento) en pleno quinto año y apunto del BI (bachillerato internacional),
amigos vueltos locos, Angélica pidiéndome asesorías con los ensayos y yo colocándole hasta qué punto a toda
pregunta para que sonara un poco más TOK (las siglas en ingles de TDC), pero lo
cierto es que hoy, dos años después, mirando la frase y mi pregunta con
lenguaje tokiano y más dentro de mí me doy cuenta que sí, que a veces nos hace
falta (me hizo falta) perdernos hasta un punto muy hondo en alguien/algo más
para poder encontrarnos, es ahí cuando recuerdo la siguiente cita de Cortázar,
que también se pasea por mi cabeza cada tres veces por semana aproximadamente,
“Siempre
fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte.” Sí,
la frase es bella, a su manera, pero a mí hasta hace poco solo me generaba
rabia, y es que me daba tanta rabia tener que mirarlo y verme… aunque quise
desviar la mirada muchas veces, sus acciones no me dejaban porque me mostraban
todo lo que yo odiaba de mí.
Es
irónico, como a veces las acciones de otra persona pueden mostrarnos tanto de
nosotros mismos, de lo que hay dentro. Él fue mi espejo y uno que ni queriendo
no mirarme, me dejaba de reflejar en él. Y ahí, diciéndole esta frase con rabia
a un aproximado de siete mensajes por segundo, en plena pelea por Whatsapp, por
fin entendí la frase, (todos los likes y rt comenzaron a tener sentido) y sí,
perdiéndome en alguien más me había encontrado, por el simple y llano hecho de
que me había mostrado que estaba perdida, me había ayudado a dar el primer
paso, el “hey que estoy haciendo, no quiero ser esta persona” y justo ahí, en
frente de mí, en esa pelea de doscientos mensajes sin leer en solo 10 minutos,
o en la conversación con mi mejor amiga diciéndole todo lo que el tipo no era,
ahí estaba yo y todo lo que me molestaba de mí. En eso que hacía llamar él aun
cuando quería desviar la mirada para no ver-/le/me
Había
estado demasiado perdida sin darme cuenta, me perdí en el camino, me alejé de
mis luces, mis metas, mi rumbo e incluso juraba que me estaba entregando de
pies a cabeza a alguien cuando yo ni siquiera me tenía. ¿Loco, no? Y fue ahí cuando se vinieron los golpes y
después de “él no se merece a alguien como yo, yo soy demasiada mujer para él”
“es un desgraciado y me jodió la vida” o “es que yo no soy suficiente para él”,
“todo lo que pasa es mi culpa”, “la felicidad no está hecha para mí” y un
sinfín de frases que hasta hace dos meses eran mi pan de cada día (cualquiera
de las dos facetas) me di cuenta que era yo, que la respuesta siempre había
estado en mí y que todo el piérdete en mí, o el eres mi espejo, apuntaba
siempre a lo mismo, que las noches en vela, los días llorando, el respectivo
stalkeo y las diferentes frases, todas me llevaban a abril, que sí, que quizá
no lo vi antes porque aparte del pensamiento sumamente literal, la inocencia
que en parte aún conservo y cualquier otra cosa por la cual en el momento no
pude comprender tantas frases iban a cobrar sentido en tal esperado abril y me
quedé como Alex Ubago, guardando solo lo mágico que nació en abril. Aquí es
donde mis pensamientos se atropellan por tener sentido, están luchando por
ordenarse, y que aunque este post no tenga mucho sentido, me lo debo a mi
misma.
Y
es que estuve tanto tiempo sumida en la idea de que los problemas eran de
alguien más y por eso alguien más debía resolverlos, simplemente porque dentro
de mi había tanto ruido, tantas voces internas que no quise escuchar sino
acallar que sinceramente me daba miedo escucharlas, me daba miedo encontrarme
con algo que no pudiera lidiar… pero no fue así, no fue el fin del mundo, aquí
estoy escribiendo esto. Lo que quiero decir con esto es que en ocasiones
estamos tan preocupados echándole la culpa a alguien más y criticando al
tercero que no vemos que somos nosotros mismos los que nos dolemos, lo que nos
molesta, por qué, porque aceptar eso sería aceptar que la mentira se nos vino
abajo y que la excusa no nos sirve, que todo el montón de miedo que tenemos sin
resolver hay que resolverlo, que nosotros y solo nosotros, somos la respuesta.
Y puedes como yo perderte cuatro años en alguien más hasta llegar más abajo del
océano pacifico, más allá de donde se encuentra el petróleo y encontrarte o ser
sabio y cuando te moleste algo de alguien corregirlo en ti mismo (para esto se
necesitan suficientes golpes antes).
Yo
era de las que pensaba que no tenía que poner la mano en la hornilla para saber
que no debía tocar lo caliente o que me iba a quemar y vivía con el pensamiento
de que sí podíamos aprender de las experiencias de terceros, sino para qué nos
iban a servir los libros de historia, sin embargo, desde que tengo uso de razón
mi mamá utilizaba las siguientes frases: “qué
veo en ti que se parece a mí”, “cada quien juzga por su condición” y “cada
quien es el reflejo de mis pensamientos” debo haber escuchado esta
frase por lo menos 265 días del año desde que tengo seis aproximadamente y
jamás hasta estos meses logré aplicarlas en mi vida, entonces sí… tuve que
poner la mano en la hornilla para aprender que el fuego quema.
Pasé
los últimos años con demasiado sin resolver, demasiado equipaje por decirlo así
y queriendo que alguien más, ese… ustedes saben “The One”; porque para colmo sin importar si tenía 12 o 19, el tipo ya tenía la
etiqueta de que era el nombre de mi vida, con quien me iba a casar, a tener mi
casa con jardín y los hijos de max (mi perro) y obviamente mis tres niñitas, que hasta nombre tienen solo les falta el apellido y bueno la mitad del ADN; viniera
a resolver todos mis problemas y no estoy hablando simplemente del apellido y
la mitad del ADN de Sabrina, Julieta y Elizabeth, no, sino también de todas mis
inseguridades, mis daddys issues, mis miedos, mis creencias de novela y demás y
no vale… la cosa definitivamente no fue así, porque no es así, no debe ser así
y no le corresponde a nadie más que a uno mismo resolver sus vainas, así que
saquémonos de una el mojón mental. Claro que es chévere que Pedro (por ponerle
un nombre) no sea un Don Juan y tenga una lista de a cuantas me cojo en un año
y entre esa estés tú de repitiente todos los años que creíste estuviste con él.
Pero de todo lo demás el compararse con las amigas, los celos absurdos, el que
no puedan ni dormir porque ya hay otro, no es parte de Pedro resolverlo, nos
toca a nosotros, porque nuestras son las inseguridades, no de pedro… porque
nadie más va a resolver tus rollos por ti y es que ni que Dios mismo baje, si
tu no quieres, ni aceptas, ni con toda la ayuda vas a salir de ahí, y bueno así
fue, a mí Dios me pudo haber bajado, llegaron más de mil príncipes de todos los
colores y no pude ver las cosas diferentes porque yo misma no quise hacerlo.
Así que espero que este post le pueda servir a alguien que esté en esa misma
conversación de siete mensajes por segundo sin darse cuenta que nuestra
respuesta somos nosotros mismos y sino le sirve a nadie por lo menos me sirve a
mí, como el reminder de que estoy más cerca de lo que pude haberlo estado
porque por lo menos estoy dando el primer paso.
Supongo que ahora cuando me digan, no eres tú soy yo, lo entenderé y no me molestaré tanto, porque verdaderamente era yo y no él, y en su caso era él y no yo, y así vamos...
Supongo que ahora cuando me digan, no eres tú soy yo, lo entenderé y no me molestaré tanto, porque verdaderamente era yo y no él, y en su caso era él y no yo, y así vamos...
Wednesday, April 15, 2015
-constelaciones de sonrisas-
Pasé años buscándote sin saber que siempre estuviste, sí, te busqué, en los lugares equivocados quizá, en sus lunares color tierra, en sus vasos a medio acabar, y aunque no lo creas te busqué. Sin saber que eran tus pecas las que simulaban constelaciones cuando se juntaban con los hoyuelos de mi sonrisa y hoy te vi, nos vi. En medio de la multitud, entre tanto ruido, con la ropa puesta y noches enteras sin soñar, con una caja de cigarros que de tan solo pensarte me queda media y que de nombrarte ya se ha encendido.
Te vi y lo recuerdo como si fuera la primera vez, con tu jean color azul, casi como cualquier otro pero solo tuyo y aquella franela negra algo vieja que usabas incluso debajo de tu camisa más formal porque decías te traía suerte al cantar. En aquel bar el tiempo no había pasado y escuchar tu voz como soundtrack de mis penas y aquella noche fue la sensación más increíble que alguien como yo pudo haber vivido. Quisiera poder describirlo con palabras pero solo quien haya escuchado tu voz en aquel lugar puede entender lo que estoy diciendo.
Sé que nunca he sido buena escribiendo cosas felices pero por ti, por ti hoy hago el intento. Lo intento con la mejor de mis ganas y mi más bonita letra, incluso legible, sin perderse mucho en pensamientos para que puedas entenderla. Porque tú, tú me recuerdas todo lo bonito de la vida, de mi vida cuando estás en ella. Tú, tú eres la luz de mis recuerdos y hablar de ti es pedirte que esta noche sea eterna y que al finalizar le des descanso a mi sonrisa que sabemos que mañana seguirá brillando por ti.
Volviste a aquel bar como buscando-me/nos/te como preguntando con la mirada si seguía escribiendo poemas para ese niño que solo aceptaba mi sonrisa si venia después de quitarme la ropa, mientras que tú nunca necesitaste desvestirme para desnudarme, tú simplemente me desbloqueabas con aquella sonrisa. Te mostré mi diario y sonreíste, las páginas estaban en blanco, sabias que este era un nuevo capítulo, no sabias que a veces escribo desde la última página y que esa tenía tu nombre. Comenzaste a hablarme de tu música, tus padres, el perro que nunca tuvimos y tus clases de francés sin acabar. Yo escuchaba deleitada y cuando llegó mi turno tararee en tu oído lo que recordaba de aquella canción que siempre habló de ti y sonreíste.
Pasadas las veintitrés dijiste que era tarde y debías irte, tus ojos recorrían mis labios tratando de adivinar si mi adiós era un hasta luego o un adiós definitivo y te fuiste. Al llegar a casa tomé aquel cuaderno que nunca habló de él y te escribí esto esperando que al leerlo te des cuenta que sí… que es hasta luego, hasta siempre, que te encontré, que voy contigo, que mi sonrisa no para de gritar tu nombre y este poema lleva tus iniciales escondidas en el, que todas las tachaduras son lindas porque hablan de ti y que te estuve buscando, que espero que no sea tarde porque hoy te he visto y te he encontrado. Porque en aquel beso que no fue supe que eras tú.
Porque por ti vuelvo a aquel bar, escribo legible y bonito, con tu canción en repeat y la vida, la vida me habla lindo, porque a tu lado sé, que no necesito más que una sonrisa y que tus pecas son el camino que a su lado llevan al cielo. Que no debo temer, que si sonrío no voy a perderle y que si te beso no me engañas. Porque a tu lado sé que soy yo y no alguien más, porque por ti veo lo más importante, sé cuando llorando de la risa no puedo más que a tu lado yo soy.
Sunday, March 29, 2015
-sé-
Querida Amiga
No te pregunto que se siente vivir con una relación destinada al fracaso porque ya lo he vivido, sé lo que se siente. Sé que se vive con la esperanza del utópico pensamiento de que no fracase pero con la certeza de que eventualmente lo hará. Que cada día es una prueba y cada noche que pasen juntos es aliento para la ilusión, que cada mensaje es una incertidumbre y que cada despedida suena a adiós.
Sé todo esto porque ya viví como dicen por ahí "con la esperanza guardada en el bolsillo roto de un pantalón", lo he sentido. Lamento que desde ahora vivas con el miedo de que exista alguien más y que también sientas que en este mundo no existen personas en las cuales puedas confiar, me duele que te mires al espejo y no te sientas digna... y es que tu error fue poner tu valor en la mirada de alguien más.
Sé que suena falso eso que todo el mundo dice de que el tiempo te va a curar, pero te prometo que es cierto, sé que es verdad, solo tienes que buscarte cosas buenas y aunque no me creas, aunque no sea nadie, te repito, encontrarás la felicidad. También sé que ls cigarros ya no bastan, que no cubren la ansiedad y que te cuesta respirar, que en las noches ya no duermes tranquila y los brazos que fueron sociego hoy huelen a soledad, que los besos que tanto amabas hoy guardan el amargo sabor de la traición y que desde hace poco más de un mes todo el mundo (todo tú mundo) perdió color, pero pasará.
Las noches no serán tan largas y aquel nombre que parecía título de sonetos o nombre de constelaciones ya no será el amor. Lo más lindo será que todo eso ahora llevará tu nombre, sí, lo sé, sé que piensas que miento, que por ahora tu nombre solo parece rimar con dolores, que te preguntas qué hiciste para merecer tanto mal y que dudas incluso de la existencia de un Dios. Sé que sus palabras, esas tan abundantes y llenas de esperanza ahora parecen falsas pero pasará y es que nada dura y todo pasa, aunque no trascienda pasa...
Yo te prometo amiga mía que el no es tu culpa nena, no es tu culpa algun día lo creerás y que ese hombre que sembró primaveras en tus hombros con los besos que no fueron solo tuyos ya no será quien te haga sentir que importas, que no estás sola, porque tú debes saber que aunque todavía lo amas como ayer, sí, así, siendo sin ser, algún día lo serás, serás tuya y no de él.
Wednesday, March 25, 2015
-inconexo-
He fumado más de la cuenta estos últimos meses, ya sabes desde febrero... la realidad me ha golpeado cual ola golpea la piedra que intenta pararla y fue solo después de tantas heridas que entendí que simplemente tenemos que dejarnos llevar. Mi estación no tenía bahía, ni siquiera un río pequeño, pero en el abismo de esta desolación poco a poco se fue creando un lago que ahora veo como un inmenso mar, el comienzo del Pacífico, tal vez, la distancia que separa nuestras almas. En mi cabeza retumba una frase que no deja de acompañarme desde el invierno más frío o el infierno más caliente que estos meses he vivido, "somos un río, sí, pero yo me estoy ahogando".
Quisiera que esto fuese una carta de amor de esas que no existían tanto pero que no eran inexistentes. Esas tras cada madrugada en mi alcoba o que en febrero tras el si que se encargó de destruir mi vida se hicieron bastante recurrentes, esas donde te hablaba de la fe, la religión de tu mirada, lo mucho que creía en tus abrazos y como las constelaciones fácilmente podrían llevar tu nombre porque así yo jamás me perdería. Y es que te amé hasta donde la sinceridad de mis palabras, mi idioma, me permitió amarte y créeme que estas quisieron llegar muy lejos.
Miro esas cartas y más de la mitad de mis poemas con la mirada de un perro al que se le da la orden que no entiende y el sentimiento de un niño el cual su padre se fue de casa y esta vez ya no volverá. Y me pregunto si alguna vez volveré a escribir con tanto sentimiento, tanta fe, si alguna vez llegaré ser esa persona de nuevo. Hasta donde se permitirán llegar mis palabras si ya en este poema lo que buscan es frenarse. Con los frenos de los párrafos inconexos y el sentimiento de una niña perdida que se quedó en aquella estación esperando al "amor de su vida", que prometió buscaría unas rosas y volvía pero aquello solo era una mentira mas. Debí saberlo, las rosas ni siquiera son el tipo de flores que me gustan. Tú más que nadie lo sabías cuando aquella rosa rosa significaba despedida. Tal vez fui demasiado ingenua.
Mi ingenuidad se convirtió en abismo y aquel abismo creo una bahía, porque no podía permitirse que aquella niña siguiera esperando contemplando el aroma de una flor que se moría, tras el susurro de un te amo respaldado por mentiras. Aquella bahía nos robó la inocencia y la distorsión verdad-mentira sigue tratando de colarse en su corazón. En su mente... ahí ya es muy tarde, ya lo ha hecho, fue bastante fácil, debo confesar que una vez que el amor se demuestra falso, dejar de creer en el mundo se vuelve pan comido.
Supongo que el Pacífico se quedará pequeño y que eventualmente el niño crecerá y entenderá porque papá no vuelve. Que la marea no siempre es alta y que en algún punto aprenderé a disfrutar las olas o simplemente a saltarlas. Supongo que en algún momento (y espero en esta vida) leeré este poema y me reiré de lo inconexo y sabré que no me siento más así.
Y es que todo pasa o eso dicen.
Sé que mi risa no está perdida para siempre que volveré a cantar sin pensar en ti y que en algún punto mis poemas tendrán de nuevo sentido e incluso existirán cartas de amor, constelaciones con diversos nombres y de esos poemas que decías que ya no hacía y que por ti intente tantas veces. Tal vez algún día, los mismos se escriban solos. Pero mientras tanto toca dejar que la distancia se marque, que el niño se tome su tiempo para asimilar lo que pasó y que la realidad no golpee tan fuerte. Mientras tanto encontrémosle lo bello así sea al color del mar mientras aprendemos como nadar sobre las olas de tanta realidad.
Wednesday, March 4, 2015
-contigo, huyendo de mí-
Llevaba
años perdida y ni siquiera lo había notado, divagando, delirando, intentando evitar
la realidad, huyendo de mi… supongo que no hay dolor más fuerte que el no
querer encontrarnos y me pregunto ¿Qué cosa tan mala existe en mí que llevo
años evitándolo? Y a su vez, de dónde emerge tanta tristeza, tanto miedo, tanto
dolor. Y con esas preguntas tomé mi maleta y decidí salir corriendo, salir
corriendo a unos brazos que no me lanzaran preguntas sino que fueran capaz de
acallar mi propia voz, los tuyos parecían ser perfectos, durante mucho tiempo
incluso parecían ser la respuesta y el
camino, aquel calor tan reconfortante cuando yacía en ellos jamás me hicieron
pensar que fue mi falta de amor quien los trajo allí. Sin embargo nada dura.
Ahora
me doy cuenta que fui yo quien quiso encontrarse en otros brazos, cuando en
realidad en ellos solo huía de mí, sabes, por momentos pensé que eras el mejor
lugar para estar, ese donde mi alma podía sentarse a descansar, donde por
primera vez sentí que podía ser yo misma, sí suena irónico que ante tanta
adversidad y mentiras me sintiera tan real, pero por primera vez sentí que
estaba en el lugar correcto, solo contigo tuve esa certeza.
Mirando
al pasado no me atrevo a llamarte error, ni arrepentimiento, aprendizaje tal
vez… pues fuiste tú quien muchas veces me trajo a esta estación y fui yo quien
tantas más tomó el tren a ti, ese que huía de mí. Debo confesar que estaba
ciega pues estaban todas las señales, las flores nunca estuvieron y los
chocolates solo eran para los enamorados, las peleas nuestro daily basics y en
realidad aquella estación siempre fue mi única solución, pero no quería soluciones
quería salidas.
Después de años divagando donde la única forma de no sentirme inerte era besarte me
encuentro perdida en mi propia estación, al principio el lugar estaba lleno de
recuerdos y espacios grises, hoy empiezo a encontrarle un poco de color a las
paredes. Las preguntas corren detrás de mí y a veces me da miedo que las
respuestas, que sé están dentro de mí, duelan demasiado. No voy a mentirte y
decirte que cuando me siento en aquel banco que mira justo a tu tren no me
duelen los besos que se sintieron reales ni aquella noche en la cual a tu lado
te decía que eran tus brazos mi lugar preferido y que un te amo se adaptaba
perfectamente a la situación. Pero de cierta forma agradezco que seas tú quien me
trajo a este lugar, aunque con miles de reproches, entre esos, el por qué me
quedé tantas veces.
Sé
que fueron los ojos verdes que le aseguraron el cese de fuego a mi guerra,
aquella boca que tantas veces proclamó paz, la que siempre dijo lo que quise
escuchar y esos brazos que durante mi propia guerra fueron seguridad.
Hace
no tanto decidí quedarme en aquel tren donde me dejaste, ese que prometiste
llevaba a tu olvido y mi encuentro, y en medio de él abordaste a pedir una
oportunidad, sin embargo, esta estación más que hablar de los dos solo habla de
mí y ni siquiera yo creo estar aquí, no está tan poblada y las interrogantes
son niños corriendo detrás de mí, hoy a varias semanas los niños han ido
disminuyendo y ahora juegan entre ellos y en ocasiones encuentro la paz
simplemente viéndolos. Quisiera decirte que en esta estación ya no hay más
trenes que me hagan huir o que no espero encontrarte en aquel vagón del cual
salí corriendo por si algún día ser yo misma se siente extraño. La verdad es
que aquel tren está parado y la taquilla a cualquier destino que no sea yo
tiene varios tickets, sí lo sé, soy yo quien debe quedarse, y por ahora
quisiera afirmar que no lo necesito y aunque no sé a dónde me lleva esta carta,
supongo que lo que quería decir era que a pesar de las mentiras te agradezco
traerme al lugar donde siempre debí estar.
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Thursday, February 12, 2015
-contigo-
Era sábado por la tarde y después
de aquella llamada tuve que salir a despejar mi mente, la sensación de tener
todo lo que había querido en una sola pregunta fue impresionante, jamás pensé
que costaría tanto, jamás pensé que me arrepentiría, nunca entendí por qué
debía tener cuidado con lo que deseaba, hoy lo entiendo.
Salí a caminar pensando que de
ahora en adelante me comería el mundo, imaginé festividades a tu lado, cenas
familiares, la casa, los hijos, el Golden Retriever en nuestro jardín e incluso
tus alergias, sí, fue precipitado lo sé, y es que nunca te enteraste que yo
había imaginado aquello desde que tu mirada cruzó la mía por primera vez.
Aquella carta dolió tanto que jamás pude volver a leerla, la guarde en esa
carpeta donde están todos los recuerdos que por alguna razón olvido y al
volverlos a encontrar dibujan en mí una sonrisa.
Siempre supe que los kilómetros no
significaban nada, que la distancia la poníamos nosotros y que hacer estragos
de nuestras vidas por distancia dependía simplemente de besarte con los ojos
abiertos, de decirte te amo sin la mano en el corazón, de llamarte mío cuando
eras de otra, de llamarme tuya cuando así jamás lo sentiste, lo sé porque lo hice, y lo he comprobado tal
vez en unos besos. Quisiera pensar que desvarío, que esta distancia es parte de
mi locura y que nuestro amor ante mi respuesta no se volvió inerte.
Después de años descubriste como el
primer buenos días fue el sello de mi muerte, you had me at hello de repente no
sonaba tan estúpido, y como todas aquellas bromas hoy empiezan a tener sentido.
Pero jamás dije que dejé ir aquel tren por ti, que la persona a quien me senté
a esperar en el muelle eras tú y que a quien he observado todos estos años con
la ilusión de dejar de ser una espectadora, tiene tu nombre.
Maracaibo resulta un lugar muy
caliente, y juro que jamás he tocado la nieve, pero supongo que el frío que se
siente, es el mismo que entre febreros he sentido a tu lado. Suena una canción
de Fito Páez que también había decidido olvidar, porque me recuerda todo lo que
hoy somos y a una amiga que tal vez lamento haber perdido. Y entre eso me di
cuenta que no quiero amores planeados y no quiero inviernos de febrero en el
lugar más cálido del mundo, y sí, estoy hablando de tus brazos.
Y caí en cuenta que no fueron las
flores, la carta, el trece de enero, el veinte de enero o el veintiuno de
junio, sí, tampoco fue ni el dos de febrero ni el cuatro, aunque lo admito, me
encantaría pensar que era el mes. Simplemente a veces nos toca entender que no
hay más obstáculo que el miedo entre nosotros y más distancia que el no querer
estar.
Friday, January 2, 2015
-despedida-
Quería escribirte algo lindo, de esos poemas que dices que ya no hago, esos de antes, que eran dignos de ti, de tus ojos verdes, tus manos firmes y tus labios rosa. Quizá no tan digno como aquella despedida que se dio sin siquiera decir adiós en el más dulce de los besos y tan tormentoso abrazo -que hoy sigo deseando fuese eterno- en el cual lo juro, podría quedarme para siempre entre tanta seguridad.
Esto es para el hombre que en algún punto se volvió muy pequeño y nunca supo ver que podía mover mundos con sus manos, desde la comodidad de su cama a la distancia de una caricia.
Quería inventarme un mundo donde no existan las mañanas sin ti, donde nuestras piernas se confundan en tu cama, el calor de tu cuerpo sea mi abrigo y los latidos de tu corazón la melodía que me mantiene en calma, en casa, soñando, contigo tal vez. Un mundo donde el brillo de tu sonrisa fuese más brillante que el propio Sol, un mundo donde no nos alcanzaran las mentiras, ni los miedos, ni aquel error de noviembre que nos ha tomado más de un año olvidar. Un mundo donde tu música sea parte de mi vida y mis poemas te recuerden todo aquello que el camino pudiste olvidar, quise inventarme un mundo donde no necesitáramos etiqueta porque ya sabemos de qué va este amor.
Pero noviembre fue demasiado fuerte, la presión de las etiquetas demasiado latente, el miedo a perderte me jugó una mala pasada y fallé. Fallé al no darle suficiente poder a mí amor, fallé porque no pude creer en mí, en nosotros y mucho menos en él.
Y me quedé en aquel mundo donde no existían amaneceres simplemente porque no quería ver el Sol, donde tu sonrisa ya no es parte de mi vida y te amo se dice tanto como lo siento y tal vez signifiquen lo mismo, donde me quedé esperando aquellas flores mi día favorito de enero, que ahora cabe destacar lo odio, me quedé en un mundo donde mi sonrisa no figura más en esta historia y donde solo nos quedan los recuerdos de lo que un día llamamos felicidad y aquella canción cuyo final podría ser el nuestro.
Quería escribirte algo lindo y terminé escribiendo esto no tan digno. Y aquí va mi carta de despedida al hombre que aunque muchas veces lo hice sentir pequeño pudo mover mi mundo con tan solo una caricia.
- au revoir -
lo más digno que pude encontrar,
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