translate me

Tuesday, December 10, 2013

-cómo se construye algo con el deseo constante de dejarlo ir-

Aquel día solo quise decir adiós

me voy porque no puedo soportarlo; porque las lágrimas se volvieron demasiado pesadas y empezaron a agrietar mi corazón; porque dejé de excusarte y comencé a conseguir día tras día razones para alejarme; porque entendí que era mi turno de ser egoísta y dejar de pensar en ti; porque cuando pienso en ti nunca pienso en mí; porque me has hecho más daño que mi Querido Alguien y ya no se puede aguantar; porque sí es verdad, te necesito, pero necesito más de mí, necesito más estar bien de lo que necesito esto, de lo que necesito de ti-a ti-, porque será cuestión de enterrar recuerdos y drenar mi vida de ti, de quitarte esa importancia que te había obsequiado, esa misma que nunca perseguiste, la cual nunca te molestaste en demostrar merecer; porque se escribe más en la soledad y serenidad del alma, es ahí donde se evoca lo que se siente porque no se siente, donde se recrean los sentimientos; porque si para sentir he de sentir esto, me rehúso entonces a sentir; porque ni la persona más especial vale tanto daño; porque eres mi boleto a aprender a decir adiós; porque necesito crecer y no puedo imaginarme un futuro así; porque un «nosotros» incluso ese, el cual yo quiero, o aquel con tinte de amistad, solo me lleva a un hoyo negro y de profundidad desconocida, decidí que no quiero más cosas confusas, no quiero más negro, y el blanco no pareces poseerlo bien, quiero colores, pero no aquel rojo que obtuve de ti, ese donde descubrí que buscaba azul pero que no éramos lo suficientemente buenos para este color, entonces nos convertimos, nos convertí en púrpura, qué color tan desdichado, aprendí ahora que nunca lo debí elegir, nunca lo quise así y como buen rojo que se convirtió en púrpura con solo un rastro de azul, te llevaste todo de mí, dejándome seca, sin ganas, mostraste una belleza brutal pero efímera, teñiste mi alma de fuego y ahora solo quedan cenizas que decidiste no barrer, tu esplendidez sobrehumana, sí, confieso, la noté y la amé, pero luego me di cuenta que no era mía, que podía verla también en tus palabras hacia cualquier otra mujer, me diste nada, demandaste mucho, quitaste todo y solo te dedicaste a destruir, mi alma y quizá el fondo de mi mente, ese donde estaban mis aspiraciones y algunos deseos, que soñaba para mí, donde el nosotros los alcanzó, cómo viéndome tan herida tienes la osadía de no querer dejarme ir, con qué clase de egoísmo decidí tratar, a qué clase de ruina egoísta decidí amar, renunció a lo que es nada, -para mí lo es todo- con todo mi orgullo por delante dejo esa nada -todo- por buscar para mí y solo para mí, lo mejor, tomado una decidí con egoísmo, siguiendo tu juego, para encontrar algo bueno, un rayo de sol.

No comments:

Post a Comment