translate me

Sunday, December 29, 2013

-sí quiero por eso digo que no-

Domingo veintinueve; es de noche y escucho unos pasos; pasos y el crujido de aquella bota en la madera, en ese escalón que está un poco roto, ambos sabemos porqué. Fantaseo para que sean tus pasos los que estoy escuchando.

Pero ya ni siquiera mi mente se permite fantasear de esa manera, es demasiado para el corazón, aparentemente -le hace mucho daño- mencionó algún señor experto en él. 

Mis párpados se vuelven cada vez más pesados y voy cayendo, cayendo en un sueño que me lleva a ti, a nuestras fantasías y tus recuerdos. Me despierto alarmada dos y algo supongo, mis recuerdos son mentiras y un peso encima que en las madrugadas entra en mis sueños y abre mis ojos, verdades escondidas tras mentiras que ya no puedo soportar; en una almohada y quizá alguna sustancia encuentro paz, paz, paz… ya te expliqué lo que significaba para mí. 

Y es que últimamente siento tanto que parezco no sentir; me callo como guardando mis palabras porque tengo miedo de que todas salgan corriendo y no las pueda recoger, peor aún, tengo miedo de no arrepentirme de estas palabras que salen de un sueño a las tres, esas que salen porque no han podido más, que salen buscando decisiones que tomar. Logro conciliar el sueño nuevamente, te olvido, pienso en ti. 

Es de mañana y recuerdo; porqué guardé mis palabras; porqué decidí callarme y sentir; porqué cada vez que pienso en intentarlo digo que no y lo dejó así. Es de mañana mis ojos se abren y mi mente está alerta; recuerdo porqué tantas verdades llenan mis ojos de lágrimas y porqué ahora cada vez que quiero decir no digo que sí. Y pensando en lo mejor para los dos, dejando de lado todos nuestros sentimientos y aquel triste corazón. Callo mis sentimientos, abro los ojos, me levanto de la cama y las fantasías se desvanecen ante la realidad, aquella que me recuerda que debo dejar atrás cualquier futuro recuerdo de ti. 

No comments:

Post a Comment